El Test Drive es una experiencia de manejo que puede solicitar el potencial comprador al concesionario, con el objetivo de probar el desempeño del vehículo en la vía y bajo condiciones reales.
Los primeros test drive nacieron en Europa, y se fueron popularizando como una poderosa estrategia de venta. Por su lado, el cliente puede experimentar todos los aspectos del vehículo sin ningún compromiso de compra.
Generalmente estos test se hacen en compañía de un asesor, o en caso de que el vehículo sea usado, del propietario actual. Es recomendable acudir en compañía de familiares o amigos (si tienen conocimiento sobre vehículos, mucho mejor), de manera que se puedan obtener diferentes perspectivas de la experiencia de manejo.
Igualmente, para aprovechar al máximo la prueba, hay algunos aspectos a los que se debe prestar mayor atención, según el interés del cliente y el tipo de vehículo que se dispone a adquirir.
Algunos aspectos para tener en cuenta al momento del test drive son:
No pierdas tiempo solicitando un test drive de un vehículo que no tienes ni la menor intención de adquirir. Es recomendable que al menos sea un vehículo similar al que tienes en mente para que puedes aprovechar mucho más la experiencia.
Al sentarte en el carro, ajusta el asiento. Revisa si hay suficiente espacio para las piernas, la cabeza, la altura del volante, la distancia de los pedales.
El vehículo no debe presentar vibraciones inusuales, y no debe disminuir su fuerza en el paso por pendientes o terrenos difíciles, prestar atención a los cambios.
Intenta que el recorrido sea lo más parecido posible a tus rutas frecuentes. Es por ello que lo mejor es que tú elijas la ruta, y no el asesor/vendedor.
Evalúa si el vehículo produce ruidos excesivos, por ejemplo, del aire acondicionado o traqueteos o chirridos en los asientos, puertas, etc.
La apertura y cierre de puertas debe llevarse a cabo de una manera suave.
Detallar tapicería, tablero, botones, guantera, terminaciones, funcionamiento de vidrios y espejos, el sonido de la radio o sistema de entretenimiento.
Comprobar frenos, aceleración y atento/a a la suspensión. Evalúa el comportamiento en pendientes, curvas pronunciadas, pavimento irregular, etc.
No olvides probar también el momento del parqueo para saber si te sientes suficientemente cómodo/a y cuánto espacio necesitarás para estacionar.
Así podrás evaluar el nivel de comodidad que disfrutarán tu familia y amigos en este nuevo carro.
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Actualmente es muy fácil pedir un test drive, ya que sólo debes acceder al sitio web de la concesionaria o marca del vehículo en el que estás interesado. Igualmente puedes presentarte personalmente a la sede de la concesionaria.
Al acudir a la cita no te olvides de portar tu documento de identificación y tu licencia de conducir vigente.
Finalmente, te recomendamos que no tomes una decisión inmediatamente. Tómate tu tiempo para evaluar los pro y contras y si no estás seguro, puedes solicitar test drives de otros modelos que te gusten.
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