Imagina que vas por la carretera camino a tus vacaciones soñadas o te encuentras recorriendo algunos lugares turísticos con tu familia cuando, de pronto y sin previo aviso, uno de tus neumáticos se revienta, ya sea por el desgaste natural a causa del uso, por las altas temperaturas del asfalto o por elementos punzantes que puede haber en la ruta.
En cualquier caso, sin importar el motivo de la rotura, lo único que puede salvarte en esta situación es contar con los elementos de seguridad que establece el Código Nacional de Tránsito Terrestre, donde se incluyen la llanta de repuesto y las herramientas necesarias para hacer el cambio, como un gato y la cruceta.
No por nada, el circular por la vía pública sin la llanta de repuesto es considerado una infracción de tránsito que puede traerte importantes multas, además de que te expones a quedar varado en medio de la ruta por no portar los accesorios necesarios para remplazar la rueda defectuosa.
En Colombia, la Ley de tránsito obliga a todos los conductores, sin importar el tipo de vehículo que se conduzca, a portar ciertos elementos de seguridad, que disminuyen los peligros en la vía o ayudan a solucionar problemas, como es el caso de un neumático desinflado, por ejemplo.
Así, los elementos que debes incluir en tu equipo de prevención y seguridad, de acuerdo a lo establecido por la Ley, son:
Si, por algún motivo, la autoridad de Tránsito hace una revisión de estos elementos y te sorprende sin llevar tu llanta de repuesto, estarás cometiendo una infracción que se conoce con el código de C11, que establece la obligatoriedad de tener el equipo de prevención y seguridad completo, incluyendo esta llanta secundaria.
Así, la multa que contempla el comparendo C11 es de 15 salarios mínimos legales diarios vigentes (SMLDV), es decir, unos $500.000, según los valores vigentes para el año 2022.
Esta sanción no incluye la inmovilización del vehículo y se aplica solo a vehículos que vengan de fábrica con una llanta de repuesto, dado que los modelos más nuevos incorporan otras tecnologías, como sistemas Tire Repair Kit, Mobility Kit y el Run flat, que les permite continuar en movimiento por el tiempo suficiente para llegar a un taller de mecánico.
Existen 2 opciones para llevar una rueda de repuesto a bordo del vehículo: una llanta de emergencia o “de galleta”, como se les conoce comúnmente, o un neumático común extra, tal como el que usas en para movilizarte día a día.
En este sentido, cabe destacar que existen diferencias notorias entre ambos tipos de llantas: en primer lugar, porque la rueda de emergencia se caracteriza por ser de tamaño reducido, lo cual tiene como ventaja un ahorro importante en espacio del maletero o en el peso extra que debe llevar el carro por este concepto.
Sin embargo, las llantas de galleta tiene menor capacidad y resistencia, por eso solo debe ser utilizada para salir del paso y llegar hasta un taller mecánico donde puedas reemplazarla por un neumático tradicional, como el que usas en las demás ruedas.
Cabe destacar que conducir un carro que lleva una llanta de repuesto instalada te obliga a andar más lento de lo habitual: unos 80 km/h es el límite de velocidad para este tipo de neumáticos, en general.
Además, para un correcto uso de la llanta de repuesto, pon atención a los números que aparecen inscritos sobre la superficie exterior del neumático. En él, se especifican los límites máximos de velocidad y nivel de presión de aire que se deben mantener para esta rueda, así como su duración máxima, que suele rondar los 200 km recorridos.
Finalmente, una vez cumplida su vida útil, tendrás que comprar una nueva llanta de repuesto. Recuerda que puedes encontrar este importante elemento de seguridad vial en las mismas tiendas donde compras tus neumáticos tradicionales, pero a un precio más bajo, dadas las propiedades especiales de este tipo de ruedas.
Las llantas de repuestos se deben transportar en el maletero del carro o en el compartimiento especialmente diseñado para estos fines. Así, también existen vehículos que cuentan con espacio exterior, por debajo del chasis o en otros sitios del exterior del automóvil, como en la cara posterior.
Una vez ocurrida la emergencia, sigue estos sencillos pasos para reemplazar tu llanta dañada por la de repuesto:
Ahora que sabes cuál es su importancia y de qué manera se debe instalar este tipo llantas, asegúrate de que llevas una de estas en tu carro y, si aún no la tienes, compra una antes de que sea demasiado tarde, así estarás evitando sanciones y situaciones de emergencia que pueden complicarse si no cuentas con el equipamiento necesario.